El problema del sistema
educativo es que te convertís en lo que estudias, hasta ese punto llega el
poder transformador de la educación, si estudias abogacía te convertís en
abogado, pensas, vivis, actas como abogado. Hasta en la forma en que un abogado
hace preguntas se nota su formación académica ya que aquí en Latinoamérica
seguimos el método Napoleónico y los anglosajones en cambio memorizan toneladas
y toneladas de casos jurídico que marcaron antecedentes para ver si se
quebranto o no la norma haciendo imposible que un abogado concluya sus estudios
en 4 ó 6 años como los abogados latinos y menos como estudiantes a medio tiempo.
Quizá aquí este la clave de nuestra débil justicia, pero claro ya es un
supuesto.
La corrupción no tiene amigos,
tiene cómplices y en un país tan corrompido como el nuestro tiene toda la lógica
del mundo que la ciudadanía pueda ya predecir las explicaciones de sus
representantes sobre el fracaso de la educación.
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