viernes, 8 de febrero de 2013

Al que madruga Dios le ayuda. ¿Y al que ayudo, seguirá madrugando?




Una breve reflexión sobre el tiempo y como lo vemos cotidianamente. Recuerdo haber visto una interesante película “School Ties” se llama, una típica película con Brendan Fraser encarando el papel de un chico Judío que fue beneficiado con una beca de estudios en un colegio protestante conservador, por lo tanto profesaba su fe en secreto.

 Una escena notable es cuando el director lo descubre rezando en la capilla, este le dice: Ustedes los judíos  son muy determinados no? Sí, eso creo (le responde) entonces el director le dice: “Bienaventurados los mansos, porque heredaran la tierra” a lo que el judío le responde: ¿Y cuando la hereden, seguirán siendo mansos?

Creo que habría que replantearse el sentido de la palabra “Éxito” ya que mucha gente cree que es algo referente al dinero, la fama y el poder  y eso es muy preocupante. La mayoría piensa que trabajando desoladamente se alcanza seguro, pero esto no es más que una verdad a medias.

Uno siempre debe tener en cuenta que nunca se es éxitos poniéndole precio a todo lo que uno hace, es decir hacerlo todo por dinero, ser exitoso es ser quien realmente uno es y naturalmente creo que cada uno es un ser único e irrepetible, por lo tanto me parece absurdo estandarizar al éxito.

Para concluir, es muy importante recalcar lo que el joven judío quiso hacer entender a su maestro: La vida es como un viaje permanente en el que lo difícil no es necesariamente alcanzar la cima, sino encontrar un por qué para seguir permaneciendo en ella.

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